José Maria Echegaray y
Eizaguirre Primer Nobel de
literatura para las letras hispánicas, le otorgaron en 1904, compartió con el poeta provenzal
Frederick Mistral. La Academia Sueca reconoció su trabajo como dramaturgo,
conformado por numerosas y originales obras que revivieron las tradiciones del
teatro español a principios del siglo XX. Entre sus obras destacan: Locura o
Santidad (1876), El gran Galeoto (1881; 1908) y El hijo
de Don Juan (1892), Mariana (1891)
y La calumnia por castigo (1897). Echegaray también fue un
destacado matemático e ingeniero civil, así como ministro de hacienda de España
en la década de 1870 y
miembro de
las Reales Academias de Ciencias Exactas y de la Lengua.
Falleció en Madrid el 14 de septiembre de 1916.
Jacinto Benavente. Dramaturgo español fue aclamado por acercar la realidad social al
teatro, abriéndole paso al ingenio y a la prosa en este género. Benavente
abordó diversos espectros de la literatura dramática, convirtiéndose en una
figura clave de los escenarios y la naciente industria del cine, de la cual
también formó parte como productor. Fue un gran defensor de la lengua española
y su uso formal en cada aspecto de la sociedad. “los intereses creados” “Señora ama”, “La Malquerida”, etc.
Gabriela Mistral. Seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga. La poetisa chilena fue la primera figura de
América Latina en recibir el premio, así como la única mujer de la literatura
iberoamericana en recibirlo hasta el momento. Mistral capturó en su poesía,
abundante en elementos de la vanguardia europea y el imaginario nativo
americano, intensas emociones inspiradas por la naturaleza, la pérdida, el
amor, y el resarcimiento. Los poemarios Desolación (1922)
y Tala (1938) son considerados como pilares de la poética
latinoamericana por su destreza y energía.
Juan Ramón Jiménez. Autor español reconocido por su poesía lírica y lapresencia de ésta en
su obra narrativa, de la cual destaca el relato Platero y
yo (1914). Jiménez abandonó España tras el estallido de la Guerra
Civil Española, y vivió en Puerto Rico desde 1946 hasta su muerte en 1958.
Durante ese periodo trabajó como profesor en la Universidad de Puerto Rico, con
lo que influyó a grandes escritores de isla. Moguer, su ciudad natal en el sur
de España, sirvió de inspiración y fue un elemento importante de sus textos. Miguel Ángel Asturias
Rosales. El trabajo literario de Asturias confirmó la relevancia de la literatura
latinoamericana en el panorama internacional y puso bajo los reflectores a las
comunidades indígenas de la región y los problemas a los que se enfrentan.
Precursor del boom latinoamericano, Asturias retrató la
dictadura de Manuel Estrada Cabrera en la novela El señor presidente (1946)
y fue escrita desde el exilio. La ambiciosa y experimental novela Hombres
de maíz (1949) es considerada su obra maestra.
Pablo Neruda (seudónimo de Neftalí
Ricardo Reyes Basoalto). El poeta chileno capturó la atención del mundo
con su vibrante poesía, convirtiéndolo en una de las más grandes figuras del
género de todos los tiempos. Gabriel García Márquez lo llamó el poeta más grande
del siglo XX en cualquier idioma, y su influencia trasciende las barreras del
lenguaje. Además del famoso Veinte poemas de amor y una canción
desesperada (1924) que Neruda publicó a los 19 años, destacan los
poemarios España en el corazón (1937) y Estravagario (1958).
Vicente Aleixandre. La obra del poeta sevillano fue reconocida por retratar la condición
humana frente a su entorno, convirtiendo a Aleixandre en una puerta de entrada
hacia el imaginario de España alrededor de la Guerra Civil. Su compromiso con
la tradición poética española lo llevó a impulsar a jóvenes escritores y
revistas universitarias. Así, permaneció en el país, dominado por el régimen
franquista, pese a sus ideas contrarias. Destacan sus libros La
destrucción o el amor (1935), En un vasto dominio (1962)
y Poemas de la consumación (1968).
Gabriel García Márquez. El realismo mágico del escritor colombiano
retrató una época única, tanto para letras, como para la historia de
América
Latina.Su rica, creativa y colorida narrativa fue un parteaguas de las letras
hispánicas en sus dos facetas ante la pluma: Periodista y autor de ficción.
Además de Cien años de soledad (1967), su obra más conocida y
cuya innovación lo impulsó al escenario internacional, destacan sus
novelas Crónica de una muerte anunciada (1981) y El
amor en los tiempos del cólera (1985).
Camilo José Cela. Además del Nobel, Cela recibió el Premio Príncipe de Asturias, el Premio
Cervantes y fue académico de la Real Academia Española por casi medio siglo. El
autor español tuvo un gran desempeño en diversos géneros literarios, como el
ensayo, la novela y poesía, así como textos periodísticos y literatura
dramática. Algunas piezas de su prolífica obra son las novelas La
Colmena (1951), San Camilo, 1936 (1969) ambientada
en los días previos al estallido de la Guerra Civil Española, y el libro de Viaje
a la Alcarria (1948).
Octavio Paz Lozano, Nobel de literatura de 1990. La compleja y experimental narrativa de Paz es un pilar de la
literatura mexicana de las últimas décadas, y una de las más expresivas en el
panorama internacional de la segunda mitad del siglo XX. La Academia Sueca le
otorgó el premio Nobel por ofrecer “una apasionada escritura con amplios
horizontes, caracterizada por la inteligencia sensorial y la integridad
humanística”. Su libro más conocido, El Laberinto de la soledad (1950)
es una colección de nueve ensayos sobre la mente del mexicano y su vida en
sociedad.
Jorge Mario Pedro
Vargas Llosa. Sus escritos han sido galardonados repetidas
veces, la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de literatura en 2010,
donde reconoce el trabajo del escritor:
“por su cartografía de las estructuras de poder y sus imágenes mordaces de la
resistencia del individuo, la rebelión y la derrota”. Mejor conocido por sus
novelas, como La ciudad y los perros (1963), La casa
verde (1965), Conversación en la catedral (1969), La tía Julia y el
escribidor (1977), La fiesta del chivo (2000), etc. el autor
también ha incursionado en otros géneros, como en ensayo y la dramaturgia.
Vargas Llosa también recibió el Premio Cervantes en 1994.